CICLO ECONÓMICO: El ORO ADVIERTE el CAMBIO de FASE

Informe especial sobre el ciclo económico

El ciclo económico puede entenderse como una secuencia recurrente de fases impulsadas por la expansión y contracción del crédito.

Siguiendo el marco de Ray Dalio, las economías modernas funcionan sobre un sistema basado en deuda: la creación de crédito impulsa el gasto, el gasto impulsa la producción y el empleo, y la expansión sostenida del crédito eleva la inflación.

Cuando ésta se acelera por encima del objetivo de los bancos centrales, la política monetaria se endurece. El coste de financiación aumenta, el crédito se ralentiza y la economía entra en una fase de desaceleración.

Esa dinámica, repetida en distintos horizontes temporales, genera los denominados mini-ciclos de deuda (de 5 a 10 años) y, a largo plazo, grandes ciclos de deuda (de varias décadas).

Las fases principales del ciclo son:

  1. Expansión: La economía crece, aumenta el empleo y el consumo. Las acciones suben con fuerza, los bonos pierden valor por el aumento de tipos y las materias primas industriales comienzan a repuntar. Los metales preciosos tienden a mantenerse estables o incluso retroceder ligeramente, ya que los inversores prefieren activos de riesgo.

  2. Auge: El crecimiento se desacelera y la inflación se intensifica. Las acciones se estancan o muestran volatilidad, los sectores defensivos ganan protagonismo y los bonos a corto plazo se vuelven más atractivos. Los metales preciosos, especialmente el oro, suelen subir ante la pérdida de confianza y la presión inflacionaria.

  3. Recesión: La actividad económica cae y los bancos centrales reducen los tipos de interés. Las acciones retroceden, los bonos se revalorizan como activo refugio y las materias primas industriales descienden por la menor demanda. Los metales preciosos se fortalecen, impulsados por la búsqueda de refugio y las expectativas de políticas monetarias más laxas.

  4. Recuperación: La economía toca fondo y comienza a estabilizarse. Las acciones se adelantan al ciclo y suben, los bonos mantienen un rendimiento sólido y las materias primas repuntan con la reactivación. Los metales preciosos suelen moderarse, ya que el apetito por riesgo vuelve y las rentabilidades reales tienden a subir.

El ciclo de liquidez

El ciclo de liquidez, conceptualizado por Michael Howell, mide el flujo de dinero disponible dentro del sistema financiero global, integrando los balances de bancos centrales, bancos comerciales y flujos transfronterizos.

En la práctica, la dirección de la liquidez suele adelantarse al ciclo económico real:

  • Cuando la liquidez se expande, el coste del capital cae, los activos de riesgo se revalorizan y las valoraciones se expanden.

  • Cuando la liquidez se contrae o su ritmo de crecimiento se desacelera, los activos de riesgo tienden a mostrar volatilidad y los refugios relativos (bonos largos, oro, activos defensivos) se comportan mejor.

En octubre de 2025, la liquidez global se mantiene elevada. M.Howell: La liquidez mundial alcanzó un récord de $185,8 billones, impulsada por las inyecciones de liquidez del PBoC, el aumento del valor de las garantías y la calma de los mercados de bonos, aunque el USD y el endurecimiento de los bancos centrales en EEUU, Japón y Europa están ralentizando el ritmo.

La caída de la volatilidad de los bonos está impulsando los multiplicadores de las garantías e impulsando el impulso de la liquidez.

Los inversores están ampliamente orientados al riesgo, con un mayor apetito por los emergentes y China.

La distorsión fiscal post-pandemia

Tras la pandemia, la interacción entre política fiscal y monetaria ha alterado la secuencia tradicional de los ciclos. Los déficits fiscales estructuralmente elevados y la emisión sostenida de deuda pública han creado una situación de dominancia fiscal, en la que la política monetaria pierde parte de su eficacia para frenar el gasto agregado.

El resultado es un entorno en el que:

  • Los déficits públicos mantienen la demanda y retrasan las recesiones clásicas.

  • La liquidez sistémica permanece en niveles altos incluso bajo políticas monetarias restrictivas.

  • Los activos de riesgo y las coberturas pueden subir simultáneamente: las acciones reaccionan a la expectativa de recortes y al soporte fiscal, mientras el oro y los activos reales descuentan el deterioro del equilibrio fiscal y monetario a largo plazo.

Este fenómeno explica por qué en 2025 se observa un rally simultáneo en small caps y oro: no refleja una expansión limpia, sino un entorno de crecimiento sostenido artificialmente por el déficit y acompañado de creciente riesgo de devaluación monetaria o fiscal.

Es curioso, porque incluso los bancos centrales están acudiendo al oro como refugio… Según Visual Capitalist: ¡Los bancos centrales ahora tienen más oro que bonos del Tesoro de EEUU!

Las tenencias de oro son del 24% vs 23% de bonos, como porcentaje de las reservas internacionales.

El oro asciende al 30% de las reservas mundiales de divisas y oro. La posición a largo plazo en oro se ha convertido en un factor de consenso.

La respuesta del oro como cobertura frente a la irresponsabilidad fiscal se puede observa especialmente en Japón. El movimiento de los rendimientos japoneses a 30 años ha acompañado el movimiento del oro.

El ratio SPX/Oro como indicador de régimen

El ratio SPX/GLD mide la relación entre la valoración de los activos de riesgo (acciones estadounidenses) y un activo monetario sin riesgo de crédito (oro).

  • Cuando el ratio sube, significa que el S&P 500 rinde mejor que el oro, es decir, los inversores prefieren activos de riesgo (confianza en crecimiento, inflación controlada, crédito disponible).

  • Cuando el ratio baja, significa que el oro supera al S&P 500, lo que refleja preferencia por activos duros, refugios o coberturas frente a inflación, inestabilidad monetaria o riesgo financiero.

En 2025, el ratio SPX/GLD muestra una tendencia descendente, coherente con un entorno de liquidez elevada pero sin impulso y preocupación creciente por la sostenibilidad fiscal.

Algo está cambiando con el oro… Y miedo me da que no esté descontando algo más que simple perdida de credibilidad institucional, si no también, el inicio de un cambio de ciclo.

A corto plazo... Los precios del oro esta semana han alcanzado su nivel de sobrecompra más alto en más de 50 años. ¡El RSI por encima de 92!

En las últimas semanas, muchos inversores se han lanzado a comprar opciones call sobre el oro, apostando por más subidas.

Sin embargo, cuando esos inversores empiecen a vender esas opciones para asegurar beneficios, esa liquidación generaría presión bajista.

Ni mucho menos esto apunta a que hay que ser bajista en el oro... ¡La tendencia manda! Sin embargo, parece que perseguir precios no es lo más adecuado.

Gracias por leer

Diego